Pues si, finalmente lo hice. Sin dudas, sin temores, sin supersticiones. Simplemente sellamos en un papel nuestro mutuo amor. Lo más bonito y reconfortante fue tener a todos nuestros seres queridos a nuestro lado, poder juntarlos un día para compartir con ellos esta bonita decisión. Este paso en el camino, y proclamar a los cuatro vientes que esperamos pasar el resto de nuestros días una junto a la otra. Soy feliz de tener quien me cuide y poder cuidar a quien me tiene.
11 de diciembre de 2007
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